Capítulo 16

Capítulo 16

En la cabaña por la mañana...

Mientras todos aun dormía, Sean pensaba en como diría a los demás que Bliss había desaparecido. Le tocaba la guardia a él, y se había dormido en cuanto la gente no le veía. Sabe que, en realidad, no le echaran la culpa a él, pero ¿le tomarían por idiota, por inútil? Él se siente así, no les culparía por ello.

En ese momento aparece Nico y Ariel, que se han amigado de la noche a la mañana.

-Hey-dice Sean fingiendo que no pasa nada-buen día, ¿os preparo el desayuno? hace un buen día, creo que limpiare la cabaña, os veo en muy buen estado ¿qué os apetece?- es una manía que tiene Sean, Cuando está nervioso se pone a parlotear y de repente, es súper servicial. Quiere ayudar a todo el mundo.

-no, gracias, ya nos lo hacemos nosotros. Oye, ¿estás bien? ¿Ha pasado algo? Nico, que ya lo conoce como si fuera su hermano. Sabe que está nervioso y quiere saber por qué.

-¿que si ha pasado algo?-tartamudea Sean-e...no, que va, todo bien.

Entonces aparece Sara gritando como una loca.

-¡chicos, chicos! es Bliss, ha...ha...ha desaparecido. No sé dónde está, la he buscado por todas partes.

Los dos chicos miran a Sean inmediatamente...si las miradas mataran...

- ¿esto es lo que estabas ocultando, Sean?-pregunta Ariel de forma cortante. No hace falta que se conteste, la respuesta es clara como el agua, incluso más.

-Vamos, hay que encontrarla.

Y con eso todos se preparan para ponerse en marcha, lo único que esperan es que no la hayan cogido.

Mientras tanto Bliss...

Después de llevarme a cuestas un buen rato subimos a un todoterreno negro,

Con unas letras blancas que decían: N.M.2.13 Seguramente no es nada, pero por si acaso fuera importante, mejor recordarlo. También averigüe algo, esos hombres son soldados. No sé de qué, pero lo son. Les escuche mencionarlo mientras iba con ellos.

Luego me taparon la boca y la nariz con un trapo que olía a...no sé, no supe identificar ese olor. Era un olor agridulce. Al respirarlo un momento, todo el mundo se desvaneció y no me desperté hasta ahora.

Sigo algo aturdida pero, al menos, ya puedo pensar con claridad.

Ahora no sé dónde estoy, me siento tonta. Si no hubiera salido por la noche de esa forma, esto no habría sucedido. Todo lo que me está pasando es culpa mía, solo mía. 

¿Ya estarán despiertos mis amigos? ¿Estarán preocupados? Seguramente sí, claro que si, por supuesto. Ellos me salvaran. No me dejaran olvidada aquí...espero.

Asustada no estoy, sorprendentemente. Raro, lo sé. Cualquiera que estuviera en esta situación se echaría a llorar o algo. Yo no, me siento como si llorando, o demostrando miedo,  les estaría satisfaciendo a los que me cogieron. No pienso hacerlo. Seguramente me están vigilando, habrá una cámara escondida. Estoy en una pequeña habitación metálica, hay un pequeño váter, una pequeña e incómoda cama-también de metal-que parece más una mesa, con una fina manta color verde biche. Eso es todo lo que hay. 

Lo más raro de todo es que la habitación se mueve ligeramente de un lado a otro, como si estuviera temblando o estuviéramos en un avión... ¡un avión! ¡Claro! estamos en un avión, eso explica todo: los oídos taponados, el balanceo de la habitación...estoy atrapada aquí. No creo que puedan rescatarme, a saber dónde estamos ya...Ahora si estoy desesperada.

Tengo que escapar como sea, no puedo quedarme aquí, debo encontrar un modo...es imposible.

En ese momento se abre la puerta y entran dos hombres, uno es el que me trajo hasta aquí sobre su hombro y el otro, no sé quién es. El que no conozco es un hombre alto y desgarbado con unas grandes gafas, es pelirrojo y tiene una pinta rara y graciosa que le da un toque simpático. Lleva puesto unos vaqueros, una camisa a cuadros muy anticuada y una bata blanca como las que usan lo médicos.

El soldado empuja al pelirrojo fuertemente y este se cae de espaldas.

-Ya tienes un compañero para entretenerte un poco, mocosa.-me dice el MIB.

-¿A quién le dices mocosa tú? ¿Pero quién te crees que eres?-nunca, pero nunca, nunca he soportado que me llamen así. Siempre que se refieren a mí de esa forma me transformo.-tu eres un maleducado, un secuestrador y...

Cierra la puerta fuertemente antes de que termine de hablar.

-¿Estas bien?-le pregunto al hombre pelirrojo.

-Sí, no me ha hecho nada. Me llamo James.

James, me suena el nombre, y su cara también...

-Yo Bliss. ¿Sabes por qué estamos aquí?-le pregunto, tiene que saberlo. Tengo que saberlo.

Se queda mirándome un rato, cosa que me preocupa. ¿Que estará pensando? Después de unos 5 minutos responde:

-Se porque estoy yo aquí...lo que no entiendo, es que haces tú aquí.

-Si te digo la verdad, yo tampoco. ¿Porque estas aquí?

-Veras, yo soy un famoso científico. Estoy investigando e funcionamiento del cerebro las acciones y...bueno, no creo que lo entiendas a eso, mejor te lo explico más fácilmente: mira, hay un  "complot" de locos para dominar el mundo. Lo sé, no suena real, suena como si fuera una película-se ríe- pero es verdad, quieren crear algo así como una dictadura en todo el mundo y llevan décadas intentándolo. Ahora está a punto de conseguirlo. Eso es lo que pasa, es el porqué de todo esto.

Me he quedado sin palabras, ¿este hombre está loco? espero que sí, porque si eso es verdad, ya se la razón de que yo esté aquí...mis padres no se equivocaban en que yo podía estar en peligro. 

En el bosque...

-Venid aquí. He encontrado algo.-dice Nico.

Todos van corriendo en su dirección.

El colgante, el colgante de Bliss.

-¿Qué significa esto?

-¿Que qué significa esto?- Sara entendió el mensaje de Bliss perfectamente-está claro ¿no? Bliss está en peligro. 

En el avión...

Abren la puerta de golpe y aparecen dos soldados. Uno esposa a Bliss y el otro a James.

-Ya hemos llegado, bienvenidos a Alemania.

¡¡¿¿Alemania!!?? No puede ser, esto no está pasando, esto es un error... ¿cómo podría escapar estando en Alemania?

Cuando bajamos, estamos en un aeropuerto normal y corriente, esto no me lo esperaba. ¿Como podemos pasar por un aeropuerto lleno de gente así? 

Cuando entramos veo porque podemos pasar, el aeropuerto esta vacío.