Capítulo 15
Llevamos ya unos días
aquí, ha sido algo así como unas vacaciones. Hasta nos hemos olvidado de los
problemas que nos rodean, para nosotros, estamos solos en el mundo. Estamos
felices.
Pero, si os digo
la verdad, estar "solos en el mundo" tampoco es tan pacifico.
Los 2 chicos que me acompañan a todas partes son unos PESADOS con mayúsculas.
No sé porque me siguen en todo momento...creo que es para que Ariel no este
conmigo. Él me ha regalado un collar súper bonito: es de plata, con un corazón
y una llave colgando de él. Sara otro, que también es hermoso, pero no
tiene un corazón como el mío ¡coincidencia! les digo, pero Sean y Nico piensan
que me lo ha regalado por algo más, no solo por ser amigos.
Me he dado cuenta
que Sara es como la hermana que nunca tuve, me cuida, me arregla, habla conmigo
libremente, me cuanta secretos ella a mí y viceversa...nos hemos unido mucho,
es la mejor amiga de mi vida. Es mi confidente, mi consejera, etc.
Le he contado lo
que me pasa con Sean y Nico, que no sé muy bien cómo llevarlo. Me han gustado
muchos chicos, pero nunca como ellos me gustan ahora. Y me gustan los dos por
igual, creo.
Ella me ha
aconsejado que no tenga prisa porque con esas cosas no hay que ir a la ligera.
Hay que pensar antes de actuar.
Ya ha pasado otro día
sin noticias nuevas, sé que es mejor, pero es más aburrido. Ya me he hartado de
esta casa, de este bosque, de esos dos, de todo. Así que me decido a hablar con
ellos, a ver qué podemos hacer.
Les comento lo que
pasa y la respuesta es: míralo como unas vacaciones, tendrás que soportarlo
todo lo que sea necesario. ¡¡¿¿Pero qué se creen que he estado haciendo todo
este tiempo??!! He intentado pensar de esa forma que dicen, pero no puedo, no
lo soporto. Todos los días es lo mismo. Una y otra y otra vez.
Ahora sí que he
decidido algo, me largo de aquí. No se adonde, solo sé que, si esas personas
nos quieren encontrar, lo harán.
Estoy acostumbrada
a viajar mucho con mis falsos padres. Nunca me he acostumbrado a estar en un
lugar mucho tiempo, y menos si me aburro tanto como aquí.
Esa noche,
mientras todos duermen, salgo de mi habitación. Parece que la cabaña quiere que
me descubran, porque a cada paso que doy, suena como si estuviera gritando.
Tengo en corazón alteradísimo, como si de un momento a otro me fuera a
estallar.
-Sshhhh, déjame en
paz- le digo a la casa. Como si estuviera viva y fuera en mi contra.
Por suerte esto no
es muy grande, en unos minutos (que parecieron horas) estoy fuera.
Me adentro en el
bosque, que ahora parece mucho más peligroso y fantasmal. Trato de pensar en
otra cosa que no sea el miedo que siento y me pongo a cantar una canción
infantil, la cantaba cuando era pequeña, de unos 6 años.
Me acuerdo cuando
la cantaba con mis amigas, tomadas de la mano en una rueda.
Una chica cantando
una canción infantil en medio del bosque, solo falta que salga el asesino y
esto sería como una película de terror. Esos pensamientos no harán mas que
asustarme, tengo que hacer algo para entretenerme.
En ese instante
veo una luz, seguro que mis amigos me han venido a buscar.
Voy corriendo a
esconderme. No quiero, ni pienso volver.
Pero no son ellos,
son los MIB.
Vale, ahora quiero
volver, debo avisarles. Están en peligro. Pero, como escapo? Son unos 8, no podría
escapar de todos. ¿Qué hacen aquí? ¿Nos estarán buscando? ¿Quién es su líder? ¿Qué
quieren de nosotros? Las preguntas se me amontonan en la cabeza todas a la vez.
Pero lo que más pienso es en que tonta he sido al venir aquí. Esto es una
estupidez. Me van a coger y secuestrar, de nuevo.
Me doy cuenta que
mientras pensaba todo eso, he ido caminando hacia atrás muy despacio, sin darme
cuenta y ¡crac!, rompo una rama.
Todos se dan la
vuelta en mi dirección para ver de dónde ha salido ese ruido, me han visto.
Estoy perdida, esto se ha acabado.
Corren hacia mis
todos a la vez, como una estampida. ¿Qué creen? ¿Qué puedo escapar?
Antes de que me
cojan, dejo caer el collar que me regalo Ariel al suelo, como señal. Espero que
lo encuentren y sepan que significa.
Uno de ellos me
coge por la cintura y me lleva sobre la espalda, pero sin nada de delicadez.
-¡Aparta tus
asquerosas manos de mí!-le grito, aunque no sé porque, no sirve para nada.
Al final me calmo,
no hay nada que pueda hacer en contra de ellos. He intentado morderles, pero su
traje es tan duro que en vez de dolerles a ellos, me dolió a mí. También
intente patearle, pero después de un rato sin resultados, me canse.
Llevamos unas
cuantas horas así, cuando me cogieron eran más o menos las 3 de la madrugada,
ahora ya está amaneciendo. Espero que alguien se haya dado cuenta de que falto
yo.
Hola, quería invitarte a un proyecto para blogs-novela pequeños que buscan promocion (estamos buscando participantes, sería de gran ayuda que lo difundieses) te dejo mi blog con más info. gracias y comenta si quieres participar.
ResponderEliminarhttp://esencianovel.blogspot.com.es/